Unos pocos minutos de exposición al día son suficientes para que el cuerpo reciba beneficios a nivel físico y mental. Protege tu piel con un poco de bloqueador, ¡y a disfrutar!
En diversas culturas y civilizaciones, el sol representa la vida. Leyendas y divinidades están inspiradas en el resplandor del gran astro que abre el día y marca con su paso los ciclos de los organismos que habitan la tierra. Así pasa también con nuestro cuerpo, que encuentra en la luz solar el principal estímulo para regular sus procesos y orientar el ritmo de cada sistema.
Algunos hábitos de trabajo de tiempo completo pueden reducir significativamente nuestros niveles de exposición. Sin embargo, tomar el sol al menos diez minutos cada día, en horarios de intensidad tenue, hace parte de una rutina saludable para nuestro cuerpo y nuestro bienestar mental. Conoce los beneficios de tomar un baño de sol y hazlo parte de tu día a día.
Fuente principal de Vitamina D
A diferencia de otras vitaminas que podemos encontrar en los alimentos, la Vitamina D proviene principalmente del sol. Al exponernos, se genera una reacción fotosintética causada por la radiación UVB que sintetiza la vitamina en la piel. Este proceso produce vitamina D3, a su vez generadora de 25-hidroxivitamina D y 1,25 (OH)D. Esta última se aloja en el núcleo celular del intestino, donde aumenta la absorción de calcio y fósforo.
La revista Environmental Health Perspectives explica que sin suficiente vitamina D los huesos no se forman adecuadamente. En niños, esta falta puede expresarse en raquitismo y, en adultos, en mayor riesgo de sufrir osteoporosis y osteomalacia.
La vitamina D, además, fortalece el sistema inmune y reduce las posibilidades de padecer varios tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
Generador de serotonina
Todos conocemos el efecto de los días grises en nuestro estado de ánimo. Pues bien, hay una explicación médica para esto: la cantidad de luz solar que percibimos se refleja en la producción de serotonina en el cuerpo y nuestro estado de ánimo.
Un estudio del Journal of Affective Disorders analizó los datos terapéuticos de 16.452 adultos durante seis años y encontró correlaciones entre el estado de su salud mental y el grado de exposición a ciertas condiciones climáticas y de contaminación: mayor exposición al sol y menores grados de contaminación ambiental se expresaron en reducción de la angustia. Por el contrario, el incremento de desórdenes mentales coincidió con períodos de reducida exposición solar.
Las funciones metabólicas que llevan a los animales a hibernar, en los seres humanos se manifiestan bajo el síndrome del Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Recuerda cuidar tu piel
Aprovecha los beneficios de tomar baños de sol sin afectar tu cuerpo. El horario recomendado es antes de las 10:00 a.m. o después de las 4:00 p.m., cuando la intensidad de la radiación es menor. Aún en días nublados, exponerse de forma prolongada en este intervalo de tiempo puede ser nocivo para la salud.
Elige un protector solar adecuado para tu tipo de piel y el grado de radiación al que te expondrás. Un sombrero y unas gafas serán útiles para proteger zonas delicadas.
Por último, recuerda hidratarte constantemente. Esto evitará el envejecimiento de la piel, golpes de calor, insolaciones y mareos.
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