Todas las personas tienen lunares, que se producen cuando las células productoras de pigmento de la piel, llamadas melanocitos, crecen en grupos.
La Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica explica que los lunares atípicos pican, ofrecen un color diferente a los normales (rosados, morenos o marrones), se inflaman, entre otras situaciones atípicas.
La entidad explica que la persona debe preocuparse cuando:
- No hay asimetría entre ambas mitades del lunar.
- El borde es irregular.
- Hay dos o más colores.
- Su tamaño es mayor a 6 milímetros de diámetro. Para hacer una comparación, este es el tamaño aproximado del grosor de un lápiz.
- El lunar cambia de tamaño, color y forma durante el tiempo.
Si bien no todos lo son, los lunares atípicos pueden ser cancerosos y convertirse en un melanoma, así que en caso de aparecer alguno en el cuerpo lo recomendable es acudir a una consulta profesional.
Este tipo de lunares pueden ser extraídos, pero eso dependerá del concepto del médico.
Tenga en cuenta
La recomendación es proteger la piel del sol. No exponerse entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos solares son más fuertes.
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