Es común conservar aquellos medicamentos de uso común, o de atención a pequeñas emergencias que pueden ocurrir en los hogares. La mayoría de las veces permanecen guardados por mucho tiempo después de haber sido usados solo un par de veces y es ahí cuando nos preguntamos si realmente la próxima vez que los usemos esos medicamentos serán efectivos o podrían causar algún problema a nuestra salud.
Lo primero que habría que aclarar es que por cumplir la fecha de caducidad, no todos los medicamentos se vuelven potencialmente riesgosos. De hecho, muchos continúan conservando gran porcentaje de sus propiedades farmacológicas,solo que a partir de ese momento pueden comenzar a perderlas poco a poco y es por eso que hasta ese momento el fabricante se hace responsable de la efectividad del mismo.
La Asociación Médica Americana (AMA) concluyó hace una década que la vida útil de la mayoría de los medicamentos es mayor que su fecha de caducidad.
Lo que sí está comprobado es que después de abiertos, los fármacos son más susceptibles a condiciones como la humedad, temperatura, luz, etc, pero según las propiedades particulares de cada elemento se dará un proceso de terminación diferente. En seguida, algunas respuestas a los dilemas más comunes:
- El alcohol tiene una vida útil de más de 5 años, sin embargo puede contaminarse con elementos externos.
- El yodo, comienza a perder su efectividad después de abierto, siendo más rápida la pérdida entre mayor temperatura soporte.
- El agua oxigenada también puede durar hasta 5 años. Un signo que ayuda a determinar su eficacia es que forme la espuma blanca al contacto con la herida.
- El acetaminofén, una vez abierto, debe ser consumido antes de la fecha de caducidad que indique el empaque, sin embargo si no se han sacado de su estuche puede durar hasta cinco años.