Una hernia inguinal puede deslizarse a través de la ingle y aumentar o disminuir de tamaño.
Por lo general, produce una protuberancia indolora y el abultamiento suele aumentar de tamaño estando en pie y reducirse estando acostado, debido a que el intestino se mueve hacia atrás y hacia adelante por efecto de la gravedad.
Según el Manual Merk, el médico basa su diagnóstico en una exploración física. Mientras la persona está de pie, este examina la ingle y le pide a la persona que tosa, pues esta acción aumenta la presión en la cavidad abdominal Si el individuo la tiene, la tos hará que la hernia se vaya hacia afuera, por lo que es más fácil su detección. En los hombres, el especialista pondrá un dedo en un pliegue en la parte superior del escroto y empujará hacia arriba, hacia la cavidad abdominal para detectarla.
Algunas veces el médico realiza una ecografía o una tomografía computarizada (TC) para ayudar a determinar la evaluación. Esta patología debe repararse quirúrgicamente. En los hombres que la tienen, pero que no causa síntomas, no es necesaria.
Tenga en cuenta
Durante la cirugía para reparar la hernia, el tejido abultado se reintroduce. La pared abdominal se fortalece y se soporta con puntos y, en ocasiones, con malla. Este proceso se puede realizar a través de una cirugía abierta o laparoscópica. El cirujano determinará cuál es la más adecuada.
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