Detecte si el abuso de este método, o de corrientes de aire frías en la noche, para mantener un espacio fresco, ayudan a exacerbar algunas condiciones de salud.
Es difícil conciliar el sueño ante un calor agobiante. Por eso, muchas personas duermen con los aires acondicionados encendidos o las ventanas abiertas, pero hay algunas consideraciones que se deben tener en cuenta en estos casos.
«Las condiciones ideales para dormir son una temperatura de entre 18 y 22º y una humedad de entre el 50 y el 70 %». Lo ideal es que se logre llevar el espacio a estas condiciones, antes de conciliar el sueño, porque si se prolongan, por ejemplo, la exposición al aire acondicionado o a la corriente de aire excesiva de la madrugada, se “pueden provocar problemas de garganta, resfriados o contracturas musculares», explica el doctor Rafael Del Río, jefe de la Unidad de Sueño del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y somnólogo acreditado por la European Sleep Research Society (ESRS).
Además, la exposición directa puede causar afecciones respiratorias, catarros, resfriados, faringitis, rinitis, crisis asmáticas, tos y dolores de cabeza. También repercute en otras partes del cuerpo como irritación en los ojos, dermatitis o síntomas vasovagales como sensación de mareo o sudoración excesiva.Lo recomendable es usar solo el aire acondicionado antes de dormir y mantener la habitación fresca durante el día con las ventanas abiertas.
¿Y qué relación tiene con el covid-19?
Aunque en un principio se pensaba que el coronavirus era una nube invisible que estaba en el aire y las ventanas en muchas casas permanecían cerradas, el covid-19 no se propaga como el sarampión, porque a pesar de que puede durar hasta por dos horas en el aire, la enfermedad se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, es decir, gotas lanzadas por una persona infectada al toser, al respirar o al hablar.
Por otra parte, el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) brinda algunos consejos para favorecer el descanso y conciliar el sueño a pesar del calor:
- Mantenerse hidratado: beber por lo menos un litro y medio de agua al día.
- Evitar la cafeína y el consumo de alcohol: el consumo de estas bebidas activa el organismo e interrumpe.
- Cenar de forma ligera: comidas sencillas y sin alterar su horario para facilitar la digestión.
- Usar ropa cómoda: prendas frescas para dormir y así evitar la sudoración excesiva.
- Darse un baño refrescante: una ducha fría antes de dormir es útil para combatir el calor.
- Acudir a infusiones: cidrón, manzanilla o toronjil, ayudan; algunas plantas medicinales como la pasiflora y la amapola de california combaten la ansiedad.
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