Todavía hay desconocimiento con respecto al Virus del Papiloma Humano (VPH) y su relación con el cáncer. La infección por este virus es considerada como la enfermedad de transmisión sexual más común.
Asesora Ana María Guevara Zambrano
Ginecóloga y obstetra
La confusión continúa, no solo entre la población general sino entre el personal de salud que, en algunas ocasiones, genera falsas alarmas que llevan a más de una a ‘morir’ antes de tiempo. Este es el primer error: la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) no es un asunto exclusivamente femenino. Ataca a hombres y mujeres por igual a través de los microtraumas que se generan durante la relación sexual, no importa si la práctica es oral, vaginal o anal, basta con que haya mucosa y piel para pasar de una persona a otra.
Sobre el VPH hay que decir también que actualmente la infección por este virus es considerada como la enfermedad de transmisión sexual más común. Ana María Guevara Zambrano, ginecóloga, obstetra y colposcopista del Hospital Pablo Tobón Uribe, señala que el 80% de las parejas sexualmente activas, en algún momento de su vida, van a desarrollar alguna manifestación que indique la presencia del virus. Y ¿cómo reconocerla? Sin duda, este virus tiene una predilección por el área genital, razón por la que las primeras señales se dan justo allí: verrugas, alteraciones en la citología, prurito (también conocido como rasquiña) y mal olor. Ver también Cinco datos que debería saber sobre el virus del papiloma humano
Aquí un dato más. Cuando se adquiere la infección, el 90% de los casos se resuelven solos, es decir, sin intervención médica. Algunos ni siquiera sabrán que se infectaron, pues al principio el virus es silencioso, no se manifiesta, incluso puede tardar entre 5 y 10 años para desarrollar los primeros síntomas. El 10% restante, puede presentar lesiones precancerosas y cáncer, «eso depende del sistema inmune y del tipo de virus adquirido: si es de bajo o de alto riesgo», aclara Guevara. Así que aquí se derriba un mito más: estar infectado con el virus no es sinónimo de cáncer, pues el VPH puede tardar años para desarrollar cáncer. Ver también Guía de la vacuna contra el Virus del Papiloma humano (VPH)
Del virus hay muchos tipos
De acuerdo con el Instituto de Cáncer de los Estados Unidos existen más de 200 tipos de VPH y cerca de 40 de ellos afectan los genitales. Además, hay dos categorías que son transmitidas por vía sexual: el de bajo riesgo que causa verrugas genitales y el de alto riesgo que puede causar varios tipos de cáncer: de cuello uterino, de ano, oral y de garganta, de vulva, de vagina y de pene.
Por su parte, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos que «la mayoría de las personas elimina las infecciones de VPH en dos o tres años sin desarrollar cáncer, pero algunas infecciones pueden persistir por muchos años. Estas infecciones pueden generar cambios en las células que, si no se tratan, pueden volverse cancerosas».
Pero, ¿cómo evitar que termine en cáncer? En el caso de las mujeres, la citología puede detectar cambios en el cuello uterino, los mismos que posteriormente pueden convertirse en cáncer. Así mismo los exámenes de VPH son pruebas que facilitan el diagnóstico de la enfermedad.
¿Qué hay de la vacuna?
Guevara señala que contrario al ‘boom’ frente a los efectos adversos que se le atribuyeron a la vacuna, este tipo de inmunización no representa ningún riesgo para quienes se la apliquen, «todas las niñas antes de iniciar su vida sexual deberían ser vacunadas como una forma de prevención. Hay que aclarar que el hecho de aplicarla no significa que ya no contraerá el virus o nunca desarrollará la enfermedad. La vacuna garantiza solo un cierto porcentaje de protección y entre más temprano se aplique, el sistema inmune es capaz de desarrollar anticuerpos que impiden el desarrollo de la infección», explica la especialista.
Por su parte, la FDA indica que esta vacuna fue aprobada para usarse en mujeres de los 9 a los 26 años, para la prevención de los cánceres de cuello uterino, de vulva, de vagina y de ano causados por el VPH, así como para lesiones precancerosas. Igualmente fueron aprobadas para usarse en varones para la prevención del cáncer anal, de lesiones precancerosas del ano y verrugas genitales causados por el VPH.
En definitiva, la vacunación es una herramienta de protección que, por supuesto, tiene mejor respuesta cuando se aplica en la población que aún no inicia su vida sexual.
La citología es en las mujeres una herramienta para detectar signos de alerta frente al VPH. Hacérsela con regularidad es una medida de prevención clave.