El ictus también es conocido como derrame cerebral, apoplejía o accidente cerebrovascular (ACV). Identificar las señales es fundamental para actuar a tiempo.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el ictus ocurre cuando hay coágulos de sangre o ruptura de vasos sanguíneos, así hay daño en el tejido encefálico, como consecuencia de la pérdida del flujo sanguíneo. Este evento es una de las principales causas de incapacidad en adultos mayores y la segunda de mortalidad en el mundo según la OMS, en el caso de las mujeres, la primera.
Por cada minuto que pasa las posibilidades de recuperación se reducen, por lo tanto es importante atender los síntomas y consultar de inmediato si tú mismo o alguien cercano los presenta:
- Sensación de mareo.
- Debilidad o adormecimiento en la mitad del cuerpo (como cara, brazo, pierna).
- Hormigueo o cosquilleo en un lado del cuerpo.
- Dificultad para comunicarse.
- Pérdida de la visión en un ojo.
- Dolor de cabeza intenso.
Prevenir un ACV
Existen factores de riesgo que aumentan las posibilidades de un accidente cardiovascular, como la presión arterial alta, el consumo de tabaco, la edad avanzada, los niveles altos de colesterol, la diabetes y algunas enfermedades cardíacas. Por lo tanto, un estilo de vida saludable, con ejercicio moderado y una alimentación balanceada, según las recomendaciones médicas, contribuye a disminuir el riesgo de sufrir un ictus, al igual que los chequeos médicos regulares.
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