Ho’oponopono, el arte de sanar a través de las palabras
Gracias, te amo, lo siento y perdóname son cuatro mensajes capaces de traer paz en medio de un conflicto que tengamos resolver. Conoce su poder a través de una técnica que ha sido utilizada por siglos: el Ho’oponopono.
Existe una técnica milenaria cuyo origen nos lleva a Hawái y que se basa en la repetición de lo que podemos llamar decretos o palabras gatillo: el ho’oponopono, un arte ancestral de este territorio, el cual, a través de mantras, invita a las personas a sanar creencias limitantes, practicar el perdón, la reconciliación y el amor.
De acuerdo con los expertos, la voz ho´oponopono traduce «corregir un error» y en un inicio era una técnica practicada por chamanes hawaianos para dirigir una oración a su divinidad con el objetivo de sanar borrando las memorias y energías que causaban alguna situación disfuncional en sus vidas.
Quienes conocen de este arte señalan que, para empezar a practicarlo, es necesario aceptar la responsabilidad —concepto diferente a la culpa— que tenemos en cada una de las vivencias que hacen parte de nuestra vida, independientemente de cómo sean las circunstancias y el entorno de cada uno de nosotros.
Después de esta aceptación, aseguran, esta técnica de autosanación y cuidado limpiará memorias y emociones negativas que podamos experimentar con relación a un determinado problema.
La práctica del Ho’oponopono es muy sencilla y basta con realizar la repetición de las palabras gatillo, ya sea en voz alta o mentalmente, durante el tiempo deseado y a modo de mantra, siempre visualizando el propósito y deseo que se tiene. Repetir una u otra estará guiado por la intuición, situación y fe de cada persona.
Pero ¿cuáles son esas palabras gatillo? Si bien el ho’oponopono implementa distintas palabras, las principales y más utilizadas son: te amo, lo siento, gracias y perdóname, cuatro decretos que pueden ser repetidos en cualquier orden y que darán paso a la limpieza mental de pensamientos y poder hacer el tránsito hacia una paz interior.
Conoce algunos de sus decretos y atrévete a experimentar la paz que puede traer el ho’oponopono a tu cotidianidad: