Hay varios factores que se deben considerar a la hora de suministrarle los medicamentos a los niños. Preste mucha atención al tipo, las etiquetas y conservación.
Sin importar si se trata de un niño, de un adulto o de una persona mayor, todos los medicamentos se deben suministrar de manera oportuna y cumplir con las pautas asociadas a cada población. En el caso de los niños se deben tener en cuenta tres aspectos esenciales: la dosis correcta, es decir, no pasarse ni por encima ni por debajo de la prescripción médica; suministrar el medicamento a la hora precisa y hacer el tratamiento completo.
Con respecto a la precisión de las dosis, Naira Valencia Costa, química farmacéutica y jefe del servicio farmacéutico del Hospital San Vicente Fundación, señala que hay consecuencias tanto si es mayor o menor. “Cuando es menor, el paciente puede no mejorar su sintomatología; por ejemplo, si se trata de un tratamiento antibiótico, estamos llevando a que la bacteria se vuelva resistente al medicamento y no se logra el efecto terapéutico deseado. Mientras que si nos sobrepasamos de la dosis se pueden presentar efectos tóxicos”. Lo más importante es pensar en el beneficio del menor, es decir, ni interrumpir el tratamiento antes de tiempo al ver mejoría ni darle una mayor cantidad para que se alivie más rápido.
Atención a los detalles
Más allá de revisar la fecha de vencimiento, es necesario leer con atención las etiquetas de los medicamentos, especialmente si tiene registro Invima, lo que garantiza su autenticidad y el público al que está dirigido. Cuando estas etiquetas señalan que el uso está contraindicado en niños, por ningún motivo se les puede suministrar.
La conservación de las pastillas, inhaladores, jarabes y demás es otro aspecto relevante, pues almacenarlos en mal estado puede ocasionar intoxicación. En este punto, la especialista señala que el empaque original es lo mejor, contrario a la práctica que hay en muchos hogares de usar pastilleros. “Se pierde toda la protección que otorga el blister y su manipulación también los puede afectar” y recuerda que los medicamentos deben estar alejados de fuentes de contaminación y humedad.
Medicamentos sin sabor
Algunas estrategias que utilizan los padres de familia cuando hay medicamentos que tienen un sabor desagradable es mezclarlos con alimentos o bebidas, pero es importante revisar esa mezcla, debido a que se puede anular el efecto, como es el caso de los antibióticos y la leche.
Algunas personas utilizan la estrategia del dulce o caramelo inmediatamente después de que el menor consume el medicamento para cambiar el sabor en la boca. Por esta razón la industria farmacéutica cada vez desarrolla más productos saborizados.
A la hora de suministrar medicamentos
- Atención a la dosis: para ello es necesario usar los utensilios adecuados. Si son dos cucharadas, no utilices la taza dosificadora que mide en onzas.
- Cuidado con los efectos secundarios: si se presentan síntomas diferentes o el medicamento no hace efecto, consulta con el médico.
- Guardarlos en espacios seguros: fuera del alcance de los niños.
67 %
de las prescripciones tiene error, según el Instituto para la Mejora de la Atención Médica.
12 %
de las visitas a urgencias se relacionan con la medicación, según el Ministerio de Salud.