La falta de sueño repercute de forma negativa en la salud de las personas. Conozca los diversos factores que lo desencadenan.
El insomnio es la reducción de la capacidad para dormir y se manifiesta al iniciar el sueño o se presenta mediante problemas para mantenerlo, despertando súbitamente. Es el trastorno de sueño más frecuente de la población a nivel mundial.
Las causas del insomnio pueden ser médicas por enfermedades de tipo metabólico y hormonal, neurológico, reumatológico, digestivo, cardiovascular o que afecten el sueño por dolor como la fibromialgia, infecciones o cefaleas. O por causas externas como los malos hábitos de sueño, uso excesivo de medicamentos, largas jornadas laborales o viajes a lugares con diferente huso horario.
De acuerdo con el sitio web del Instituto del Sueño, en España, lo mejor para combatir el insomnio es cambiar los factores que lo generan, es decir, modificar los hábitos inadecuados por medio de una intervención a través de tres componentes:
- Regular el tiempo: definir una hora para acostarse y levantarse para consolidar el sueño. Limite el tiempo que se pasa en la cama; además se debe mantener un horario regular para levantarse y eliminar las siestas durante el día.
- Reducir las actividades que interfieren el sueño: la recomendación es solo acostarse cuando tenga sueño, si no puede conciliarlo después de 15 minutos, lo mejor es levantarse e intentar relajarse antes de volver a la cama. También es necesario que respete el espacio, utilice la cama solo para dormir e incluya hábitos saludables como una dieta balanceada, actividad física y evite el consumo tabaco y de bebidas alcohólicas.
- Valorar la calidad del sueño: las preocupaciones excesivas y el malestar emocional afectan el sueño. Cuando las personas no duermen bien una noche y sienten las consecuencias durante el siguiente día, se predisponen a pensar que pasará lo mismo en esa nueva noche.
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