Los padres juegan un papel fundamental en enseñarles a sus hijos una forma de vida saludable. El ejemplo es la mejor herramienta.
Numerosos estudios y artículos apoyan la idea de la actividad física como un componente fundamental para llevar una vida sana, tanto en adultos como en niños. En estos últimos debe ser un hábito que motiven los padres desde una edad temprana para integrarlo por completo en el estilo de vida posterior.
La Sociedad Colombiana de Pediatría recomienda, a partir de los dos años de vida, un ejercicio principalmente aeróbico, de intensidad moderada a vigorosa, incluyendo el juego, durante 60 minutos por día. Este no se refiere a la práctica deportiva, la cual aconsejan empezar alrededor de los siete años, cuando las habilidades motrices están más desarrolladas.
“Se prefieren las actividades en grupo al aire libre, en un entorno físico adecuado y sin peligro, asegurando un buen aporte de líquidos para mantener la hidratación, sobre todo cuando la actividad es intensa y el ambiente caluroso. Lo anterior debe acompañarse de una alimentación variada y equilibrada, también primordial para la promoción y el mantenimiento de la salud”, indican.
La mejor manera de motivar a los pequeños a adoptar comportamientos que sean benéficos para su salud es practicándose en familia y enseñando con el ejemplo de los padres. (Lea también Haga de la actividad física un hábito.)
DESTACADO // En 2010, 81% de los adolescentes de 11 a 17 años no se mantenían lo suficientemente activos, según la OMS.