Aunque se trata de una situación que no presenta una gravedad mayor, es importante conocer de qué se trata y cómo prevenirla con el fin de reducir un ataque si se produce.
De acuerdo con la Universidad de Austin, en Texas, Estados Unidos, la ansiedad se presenta a través de episodios de carácter tanto emocional como físico, que surgen de forma inesperada, y que pueden contar, o no, con una causa que los justifique.
Se trata de un trastorno muy frecuente. La Organización Mundial de la Salud calcula que hasta un 20% de la población en el mundo la padece o la padecerá en algún momento de su vida y, según estudios realizados por la Universidad, tener episodios con cierto grado de ansiedad en situaciones difíciles es normal, puesto que este es un mecanismo que mantiene a la mente alerta, facilita la concentración y ayuda a afrontar las situaciones que se presenten.
Sin embargo, el problema aparece cuando esta se transforma en algo patológico. En estos casos, puede existir un componente hereditario o, bien, ser algo circunstancial en respuesta a una acumulación de problemas; a situaciones traumáticas, como un accidente; nuevas vivencias, como perder el trabajo, pasar épocas de exámenes o una separación, o también ser una consecuencia del consumo de drogas.
¿Cómo evitar este tipo de sucesos? Conforme con la Universidad de Austin, la prevención es la mejor terapia, lo que se consigue adoptando un estilo de vida saludable, practicando ejercicio físico de forma habitual y aprendiendo técnicas de relajación para despejar la mente y aliviar los síntomas cuando aparezcan. ¡La meditación puede ser una excelente alternativa!
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