Tocar música mantiene ágil el cerebro, mejora su estructura y funcionamiento, así como la memoria a largo plazo.
Un estudio publicado en The Huffington Post, indica que en los niños esta actividad contribuye a fortalecer su inteligencia y despierta su mente y en los adultos logra frenar, en cierta medida, las consecuencias del paso de los años en el cerebro.
Según los expertos, «tocar un instrumento musical es una de las formas más eficaces para estimular la inteligencia y para entrenar el cerebro a distintos niveles. Esta práctica requiere que varias partes del cuerpo participen de ella a la vez, por lo que se ha comprobado que ayuda a la movilidad, fomenta el desarrollo psicomotriz, influye en la conducta y facilita el desarrollo de la memoria y el lenguaje».
Aprender a tocar un instrumento requiere de la actividad de varias partes del cerebro, puesto que implica a la memoria, pero también a la lógica y a la movilidad, por ejemplo. De hecho, esta actividad requerirá que se muevan las manos o los dedos y requerirá también coordinación y atención.
La música consigue, entonces, que se incremente la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar, y mejora la neuroplasticidad.
El siguiente video, le mostrará otros de los beneficios de esta práctica.