Practicar yoga no solo aporta a la flexibilidad física, también ayuda a encontrar la paz y el equilibrio y a liberarse de los estados dañinos y tóxicos del ser.
El yoga transforma la mente y crea bases sólidas para llevar una vida más saludable y armoniosa. Dora Leyland Ortiz, instructora de yoga en Sri Lankha Yoga y Smartworkout, explica que de esta manera, la persona aprende a discernir entre las cosas que realmente aportan bienestar a su existencia y aquellas que no. Enfatiza en que “los beneficios emocionales son muchos, entre ellos la liberación del apego emocional, la disminución de los estados depresivos y de ansiedad, mejora de autoestima, reforzamiento de relaciones interpersonales, desarrollo de estados de compasión, amor, paz y ecuanimidad”.
En el aspecto físico también se puede notar un constante progreso. Entre sus beneficios predomina la fuerza y tonificación de los músculos, la flexibilidad, mejora el equilibrio, disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora de la postura, corrección de posturas y ayuda con el proceso digestivo, entre otros más según especifica la especialista. Lea también: Tips para una práctica correcta de yoga
Es importante señalar que, el fin del yoga no es adelgazar, aunque existirán personas que lo tengan como objetivo. “El conservar un buen estado físico, hace parte de mejorar la calidad de vida y me refiero a «buen estado físico» no como representación de la vanidad, sino como salud. Y claro, el yoga le ayudará a adelgazar, lo digo por mi experiencia personal, ya que ayuda mejorar el metabolismo y a controlar la glándula tiroidea (en caso de quienes padecen algún desorden en esta misma), pero para lograrlo, este hábito debe ir acompañado de una alimentación sana y equilibrada, libre de excesos, evitando el consumo de comida chatarra y bebidas gaseosas, consumiendo como base principal: verduras, proteínas, cereales y frutas”, puntualiza.