La apariencia de la cara y el cuello normalmente cambia con la edad. La pérdida del tono muscular y el adelgazamiento de la piel le dan al rostro una apariencia flácida o caída.

Según el portal MedlinePlus, en algunas personas, la papada caída crea la apariencia de un «doble mentón». Hasta cierto punto, las arrugas no pueden evitarse, sin embargo, la exposición al sol y el tabaquismo aceleran el desarrollo de estas. Le puede interesar: dieta equilibrada a la tercera edad. 

El número y el tamaño de las manchas y puntos oscuros en la cara también aumentan por la pigmentación de la piel, que se debe en gran parte a dicha exposición. Otros cambios que se manifiestan comúnmente son:

• Las orejas pueden alargarse en algunas personas (probablemente causado por crecimiento de cartílago). Los hombres pueden desarrollar pelo en las orejas que se hace más largo, grueso y  notorio.
• Las cejas y las pestañas se vuelven grises. Al igual que en otras partes de la cara, la piel alrededor de los ojos se arruga, creando las pategallinas, al lado de los ojos.
• El debilitamiento del músculo que soporta el párpado superior puede hacer que los párpados se descuelguen, lo cual puede limitar la visión.