Si eligió un destino de sol para estas vacaciones tenga especial cuidado con su piel, pues en esta temporada es cuando más se deshidrata y tiene mayores riesgos de quemaduras o infecciones.
Exponerse al sol tiene ciertos beneficios para la salud, especialmente para la de los huesos, sin embargo, cuando nos exponemos más de lo necesario es riesgoso. Manchas, resequedad, envejecimiento y hasta cáncer de piel son algunas de las posibles consecuencias. Por eso preparamos estos consejos para que aproveche los días de sol de manera saludable:
- Prepare la piel para recibir el sol hidratándola antes, durante y después de la exposición.
- Use prendas frescas y que a su vez lo protejan. Faldas largas, blusones que cubran los hombros, sombreros y gafas son fundamentales para evitar quemaduras.
- Aplique en rostro y cuerpo un antisolar con pantalla solar (UVA y UVB) y que sea resistente al agua. La clave está en aplicarse el protector varias veces al día.
- Evite el sol cuando caiga de manera perpendicular sobre usted. Las mejores horas para hacerlo son antes de las 10 de la mañana y después de las 4 de la tarde. Lo recomendado es recibir el sol de forma gradual, evitando la exposición por largos periodos de tiempo.
- Tenga en cuenta su fototipo de piel (color o nivel de pigmento) que determina qué tanta protección natural tiene contra la exposición solar directa. Entre más clara sea la piel menos resistente será a la radiación por lo que necesitará un factor de protección solar (FPS) más alto.