Esta condición congénita afecta la formación completa del oído externo al presentar alteraciones o no aparecer.
La microtia afecta en su mayoría a los recién nacidos y su causa responde, entre otras, a la coincidencia entre factores ambientales y rasgos hereditarios que provocan la malformación de la oreja. Generalmente está acompañada de la atresia aural, es decir la carencia del canal auditivo externo. Aunque esta condición puede manifestarse en los dos oídos, según un estudio realizado por el Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, el 90 % de los casos sólo compromete a uno de ellos.
Entre las alternativas para su tratamiento estético están las prótesis o cirugías reconstructivas, además de la estimulación auditiva por vía ósea para atender la pérdida de audición. Las opciones no quirúrgicas incluyen diademas o bandas elásticas con procesadores de sonido laterales. Lo primordial es acudir a un especialista para definir el grado de microtia y el procedimiento adecuado para cada paciente.
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