Es común enfrentar momentos en la vida que nos invitan a poner en práctica recursos internos para salir adelante.
Asesoras Zamira Montoya Camargo, psicóloga adscrita a Coomeva Medicina Prepagada
Elizabet Ruiz Zuluaga, psicóloga
En este mundo moderno en el que tanto se habla de ser feliz, se hace cada vez más necesario emprender un viaje interno para descubrir en nosotros mismos herramientas que nutran la autoestima y nos impulsen a llevar una vida más plena.
Lo que ocurre, explica Elizabet Ruiz Zuluaga, psicóloga y magíster en Psicología y Salud Mental, es que estamos muy volcados hacia afuera y, para fortalecer la autoestima, se debe emprender un proceso consciente de pensarnos. “Entonces, vamos adentro y no nos gusta lo que encontramos ahí y lo evitamos, nos ponemos una máscara y hacemos caso mejor a lo que la sociedad nos dice: usted tiene que estar feliz y esa felicidad la medimos por el dinero, los viajes, los lujos, la belleza”.
Al mirar más al exterior, la autoestima se ve afectada cuando la persona, por ejemplo, no cumple con los estándares e ideales físicos, económicos o de éxito instaurados en el imaginario colectivo. Compararse continuamente origina emociones que pueden desencadenar en ansiedad, depresión e, inclusive, en trastornos alimenticios.
Una baja autoestima lleva a dudar sobre las propias capacidades y así hasta enfrentar la situación más cotidiana, se convierte en todo un desafío. Pero hay estrategias que ayudarán a alcanzar una relación más armónica con el propio ser y con los demás.
Si nos fortalecemos con herramientas emocionales para afrontar las situaciones, podremos asumirlas y trabajarlas de forma positiva y aprender de ellas.
¿Cómo enfrentar retos cotidianos?
Teniendo en cuenta que las dificultades son oportunidades para mejorar y crecer, aquí algunas recomendaciones para salir adelante de problemas cotidianos que afectan la autoestima, propuestas por la psicóloga Zamira Montoya Camargo:
Es importante tratar de “salirse del problema” para entender, de manera más objetiva, el mismo. Describir la situación tal cual pasa, sin calificativos ni juicios.
Identificar pensamientos que surgieron a partir del problema. Preguntarse si existe una evidencia real o si es un “pensamiento mío, una interpretación mía”.
Ser asertivo, expresarse, resolver dudas y no actuar bajo supuestos. Pensar: si la situación le ocurriera a otro, ¿qué otras variables habría, qué estrategias le diría que analizara?
Entender que la vida no funciona en blanco o negro, que hay una gran variedad de ángulos. Evitar victimizarse y tomar la postura de que es el mundo el que nos ataca.
CAJA DE HERRAMIENTAS PARA NUTRIR LA AUTOESTIMA
Aceptarse
Que no es otra cosa que conocerse y ser consciente de las fortalezas y debilidades. Entender que no se es perfecto y que se pueden iniciar procesos que ayuden a superar aquello que aún nos limita. Cada uno es responsable de su propio proceso.
Construir un proyecto de vida
Cuando no se sabe lo que se quiere, se experimenta desesperanza. Entender para dónde se va, desarrolla seguridad. Si nos conocemos bien, se establecerán objetivos realistas, deseados y que permiten saber hasta qué nivel exigirse.
los tres pilares
Autorrespeto, autoconcepto y autoconfianza. Ningún milagro se obrará por fuera mientras el proceso no se desarrolle por dentro. Es vital tratarse bien, con amor y con cuidado de cuerpo y mente. Cambiar los pensamientos y sintonizarse con lo positivo.
Tolerancia a la frustración
Uno de los grandes problemas hoy es que las familias están criando niños con baja tolerancia a la frustración. Y una palabra clave es decir “no”. Al recibir siempre un sí, cuando llega el no, se ven confrontados y decaen.
No tomarse todo tan personal
Por eso, reitera la psicóloga, las personas deben aprender a tolerar y a frustrarse: entender que no todo lo que uno dice será aceptado por los demás, sin refutar, ni todo lo que el otro manifieste estará dirigido a mí.
Enfrentar los temores
Ser conscientes de que se tienen miedos y dificultades. Cuando se detectan y aceptan, generar estrategias, buscar ayuda experta, de ser necesario, y no esconderse. Es identificar: ¿de qué me da miedo: de equivocarme, de ser juzgado?”.
Redes de apoyo
Siempre estará la opción de acudir a los profesionales para emprender procesos de autoconocimiento, aceptación y perdón. También, saber que se cuenta con redes de apoyo como la familia y los amigos para encarar situaciones adversas.