Siempre se ha dicho que beber alcohol durante el embarazo es peligroso. Pero poco se sabe sobre sus efectos reales en el bebé.
Compartimos algunos fragmentos de la entrevista publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a Svetlana Popova, científica del Centro de Toxicomanía y Salud Mental de Toronto, quien está dirigiendo una investigación sobre la epidemiología del consumo de alcohol durante el embarazo y sus efectos sobre el niño.
¿Qué es el síndrome alcohólico fetal y qué se sabe de él?
“El alcohol es tóxico para el feto durante los nueve meses de gestación. Cuando una embarazada consume alcohol, este llega directamente al feto a través de su torrente sanguíneo. Estos niños pueden nacer con un trastorno del espectro del alcoholismo fetal (TEAF). Se asocia a un amplio abanico de problemas físicos, cognitivos y de comportamiento, como retrasos en el crecimiento y el desarrollo, anomalías faciales y disfunciones cerebrales. Recientemente nuestro equipo ha identificado más de 400 afecciones que pueden aparecen en personas con TEAF”.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones?
“Estimamos que una de cada 67 embarazadas que consumen alcohol darán a luz a un niño con síndrome alcohólico fetal, lo que se traduce en unos 119.000 niños que nacen cada año con dicho síndrome en todo el mundo. Antes de realizar el estudio sabíamos que no todas las embarazadas que beben alcohol dan a luz a un niño con el síndrome, ya que cada mujer bebe distintas cantidades de alcohol y cada feto tienen una capacidad diferente para metabolizar el alcohol, además de otros factores que pueden influir en su vulnerabilidad”.
¿Cuán frecuentes son los TEAF en comparación con otros defectos congénitos?
“Hemos observado recientemente que la prevalencia de TEAF excede del 1% en muchos países. Esto evidencia que en algunos países la prevalencia de TEAF puede ser superior a la de algunos defectos congénitos comunes —y más conocidos— como la anencefalia, el síndrome de Down, la espina bífida y la trisomía 18”.
Si esta afección es tan frecuente, ¿por qué existe tan poca conciencia al respecto?
“Incluso para el sector de la salud, los TEAF son una afección relativamente nueva (…) Estimamos que a nivel mundial una de cada 10 mujeres como promedio consume alcohol durante el embarazo, y el 20% de estas mujeres bebe compulsivamente, lo que significa que consumen cuatro bebidas alcohólicas o más en cada ocasión. Estas conclusiones son alarmantes, ya que la mitad de los embarazos en los países desarrollados y más del 80% en los países en desarrollo no son planeados. Esto significa que muchas mujeres no se dan cuenta de que están embarazadas durante las primeras fases de la gestación y siguen bebiendo”.
¿Qué esperanzas tiene para el futuro?
“Todos somos responsables de prevenir los TEAF: las parejas, los familiares, los amigos y las comunidades deberían ayudar y apoyar a las mujeres durante el embarazo. Nuestras sociedades no deberían olvidar a las personas con TEAF, una discapacidad prevenible pero invisible”.