Comerlas en estos dos momentos tiene distintas implicaciones. Este es el caso de las frutas.
El Centro de Programas de Nutrición y Actividad Física español (Pronaf) explica en su portal que estas cuentan con una serie de antioxidantes, vitaminas y minerales que contribuyen a recuperar el desgaste muscular y articular que puede producir la actividad física.
Pronaf recomienda ingerirlas después de la actividad física: “Esto se debe a que puede producirse una baja brusca de la glucosa sanguínea durante el entrenamiento, la cual causa fatiga prematura e incapacidad para realizar la actividad deportiva adecuadamente”.
Por ejemplo, si se trata de ejercicios cardiovasculares, la fruta recomendada para mantener el cuerpo hidratado es la sandía: “Es la mejor opción para reponer el cuerpo de largos esfuerzos, debido a la cantidad de azúcares presentes en su composición”, complementa el portal.
En general, la Organización Mundial de la Salud recomienda la ingesta mínima de dos raciones de fruta al día como un hábito de alimentación saludable.
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