Muchos eligen la playa para disfrutar sus vacaciones, otros viajan a destinos donde la temperatura es muy baja.
Cuando el cuerpo se expone a temperaturas frías empieza a perder calor más rápido de lo que puede producirlo y a usar la energía almacenada. Así puede aparecer la hipotermia que afecta el cerebro y la motricidad. Si bien es común que ocurra en lugares muy fríos, también se presenta en territorios con temperaturas por encima de los 4.44 °C (no tan fríos), si una persona se moja con lluvia o sudor, o por la inmersión en aguas frías.
Así que antes de exponerse a los vientos helados, la organización de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades aconseja:
- Usar gorro, bufandas y pasamontañas para cubrir la boca.
- Vestir con varias capas de ropa. Procurar que las interiores sean de lana, seda o polipropileno para mantener más el calor; y que la última capa sea de un tejido tupido, preferentemente resistente al viento.
- Procurar que las mangas se ajusten a la muñeca.
- Las temperaturas frías hacen que el corazón se esfuerce más. Si tiene una enfermedad cardíaca o hipertensión arterial, consulte a su médico.
Tenga en cuenta
Tiritar es uno de los primeros signos que indica que el cuerpo está perdiendo el calor, si lo hace de manera continua es hora de regresar a un ambiente cerrado.
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