La llegada de un nuevo año representa la oportunidad para cerrar ciclos y darle la bienvenida a lo que está por venir recargado de la mejor energía.
Asesor José Gerardo Albán, médico cirujano
Jordi Duque, coach
Más que un ajuste de cuentas personal, de sentir nostalgia por eso que dejamos a medias o de arrepentirse de cosas que hicimos, despedir el año es más bien una oportunidad para aclarar situaciones vividas, tomar medidas en el aquí y el ahora y transformar, paso a paso, nuestro estilo de vida. Así, llega la próxima fase sin cargo de conciencia alguno y con múltiples posibilidades de construir un nuevo ser. “La clave está en proponerse situaciones tan importantes como mejorar las relaciones sociales, la salud, la prosperidad, el contacto con el mundo, cuidar la mente, para entender cuáles son los resultados que quiero obtener”, explica José Gerardo Albán, médico cirujano. Para este estudioso de la medicina alternativa, visualizar eso que queremos es el primer paso para empezar a diseñar una “maqueta” que puede replantearse con el paso del tiempo. Lo importante, en este punto, es no dejarse derrotar por el estrés ni la ansiedad, aprender de los errores y levantarse con la mejor actitud cuando la decisión, quizás, fue inoportuna. A continuación, algunas pautas que le pueden ayudar a enfocarse mejor en su objetivo, sea personal, laboral, familiar, económico.
- Entienda el origen del estrés y la ansiedad
Probablemente, nadie escape de sufrir estos episodios que, de no controlarse pueden desencadenar en enfermedades cardiovasculares y provocar sentimientos extremos de temor y angustia. Para frenarlo, se recomienda preguntarse: ¿Qué tipos de hechos, acciones o personas me los despiertan?, generalmente ¿tengo pensamientos positivos o negativos?, ¿pienso mucho en el futuro de manera optimista o derrotada?
Clave: es su postura frente al hecho lo que determina el transcurso de una situación. Verlo bien o mal está en sus manos.
Terapia: regálese 5 minutos al día para respirar y visualizar lo que desea. Esto posibilita que la mente se aquiete, la frecuencia respiratoria disminuya y los pensamientos se enfoquen.
- Recargue su energía naturalmente
- Camine descalzo sobre el pasto.
- Ponga la cara, con los ojos cerrados, frente al sol entre las 6:00 a 9:00 a.m.
- Sienta el aire fresco.
- Báñese en el mar.
- Nade en un río o en una piscina.
- Abrace un árbol: los poderes terapéuticos de este ser natural van desde cargarnos de buenas vibraciones hasta su uso como un remedio para curar dolencias, atribuyendo a cada tipo de árbol unas propiedades distintas.
- Practique una lógica alimenticia
Esto se refiere a llevar una dieta equilibrada, con las porciones indicadas. El cuerpo y la mente para funcionar y rendir de manera adecuada requieren de bocados de los distintos grupos alimenticios.
Conozca cómo lograr el equilibrio aún si es vegetariano, crudivegano, un entusiasta por todo tipo de alimentos o prefiera las carnes.
Clave: se recomienda beber, al menos, un litro de agua al día. Este hábito limpia el organismo y lo refresca.
Terapia: puede agregar una rodaja de limón en ayunas. Sola o acompañada, recuerde saborearla.
- Sáquele provecho a los descansos cortos
Es necesario darse permiso para salir de la rutina y esto no se refiere solo a tomar unas vacaciones, también está la opción de inscribirse a cursos de carpintería, pintura, jardinería, o elija salir al parque.
Clave: encuéntrele sentido a estos momentos personales y converse consigo mismo sobre sus sueños.
Terapia: póngase el reto de transmitirle tranquilidad y brindarle relajación a su mente. Estos pequeños descansos son beneficiosos para la productividad en el día a día.
Programe su alarma 10 minutos antes de su hora habitual de levantarse. Dedique este tiempo a disfrutar de la sensación de estar vivo y aproveche para agradecer por lo que día a día recibe.
- Evalúe sus relaciones con los otros
Este paso es fundamental. No es solo cómo me siento con lo otros, sino ellos cómo se sienten con mi presencia. Es una relación en doble vía y necesaria en la cotidianidad.
Clave: piense en cuál es la percepción que deja tras una conversación con un compañero, amigo, familiar. No es darle gusto a todo el mundo, pero sí buscar que la comunicación sea fluida.
Terapia: sea más consciente de lo que piensa y habla, de esta manera escribirá una historia positiva en el corazón de otros, sin herir con sus comentarios.
- Medicina para la felicidad
El médico José Gerardo Albán la explica así: “Es amarse, ‘dejarse de darse látigo’, como se dice coloquialmente. Es importante avanzar y expresarse a sí mismo: “nada de culpas, vergüenzas, miedos; soy alguien bueno, una construcción de lo mejor de mí. Si me amo me alimento saludablemente, realizo actividad física, camino, respiro aire puro, salgo al sol, disfruto la vida sin restricción o frustración por un futuro breve, y solo depende de mí tomar la decisión y cambiar la vida”.
Terapia: 10 veces al día, repita desde el “yo soy” quién quieres ser: “más sano, más vital, más próspero”.
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