El desgaste laboral es un tipo especial de estrés laboral. Un estado de agotamiento físico, emocional o mental combinado con dudas sobre el valor del trabajo.
Hacerse las siguientes pregunta puede ayudar a una persona a saber si lo padece:
- ¿Se ha vuelto cínico o crítico en el trabajo?
- ¿Le cuesta mucho ir al trabajo y, una vez que llega, tiene problemas para comenzar a trabajar?
- ¿Está irritable o impaciente con sus colegas o clientes?
- ¿Le falta energía para ser productivo constantemente?
- ¿No se siente satisfecho con sus logros?
- ¿Se siente desilusionado con su trabajo?
- ¿Come, consume drogas o bebe alcohol para sentirse mejor o para no sentir nada?
- ¿Ha cambiado sus hábitos de sueño o su apetito?
- ¿Tiene dolores de cabeza, de espalda u otros problemas físicos inexplicables?
Si respondió que sí a alguna de esas preguntas, es posible que esté sufriendo desgaste laboral. Asegúrese de consultar con el médico. Algunos de estos síntomas también pueden indicar determinadas afecciones médicas, como un trastorno de la tiroides o depresión.
La Clínica Mayo explica que el desgaste profesional puede deberse a varios factores como a la falta de control e incapacidad de influenciar en decisiones que afectan su trabajo como el horario; las tareas asignadas o la carga laboral; expectativas laborales poco claras; dinámicas disfuncionales; colegas que le restan autoridad o un jefe que controla cada detalle de tu trabajo; adaptación laboral incorrecta, y desequilibrio entre la vida y el trabajo.
Controlar los factores de estrés, evaluar sus expectativas, modificar su actitud, buscar apoyo, hacer ejercicio, dormir bien y mantener la mente abierta, le ayudará a la persona a evitar el desgaste laboral.
Le puede interesar: Zoom al estrés laboral