Tras la polémica ocurrida por el uso de la sustancia para contrarrestar el virus, desde diversos sectores sanitarios y académicos rechazan su uso.
Una investigación del Observatorio del Comportamiento de Automedicación de la Universidad del Rosario determinó que no existe evidencia científica que soporte el uso del dióxido de cloro como tratamiento para el covid-19, ni para ninguna otra enfermedad.
En el estudio citan la alerta sanitaria N° 081-2020 expedida por el Invima en donde se aclara que el dióxido de cloro no es reconocido como un medicamento ni se encuentra incluído en ninguna norma farmacológica e incluso su consumo puede llegar a ser contraproducente.
De acuerdo con la entidad, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) advirtió sobre algunos de los efectos adversos que podría ocasionar en una persona el consumo de productos de dióxido de cloro, dentro de los que están: insuficiencia respiratoria, cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión sanguínea causada por la deshidratación, insuficiencia hepática aguda, recuento bajo de células sanguíneas; vómito y diarrea severa.
También se enumeran complicaciones como lesiones renales agudas, hemólisis aguda, lesión miocárdica, irritación del tracto respiratorio con dificultad respiratoria severa e irritación de la mucosa digestiva, gástrica o intestinal.
Expuesto lo anterior, desde el Invima desaconsejan su uso y hacen un llamado a la comunidad para abstenerse de recomendarlo a otros pacientes contagiados con el virus. Asimismo invitan a reportar cualquier uso de la sustancia como factor de protección ante el coronavirus o cualquier otra enfermedad.
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