Quizás es desconocido el término “humo de segunda mano”, sin embargo conocer sus consecuencias puede salvar vidas.
El humo de segunda mano es el que proviene del cigarrillo de otra persona, incluso aplica también al que los fumadores exhalan. Aunque cada vez son más los espacios públicos y privados que prohíben esta práctica y las regulaciones se vuelven más exigentes, en muchos hogares o calles se sigue presentando este hábito.
La Sociedad Torácica Estadounidense -ATS- explica que el humo desprende sustancias nocivas que provocan cambios en las células que se están desarrollando normalmente en el organismo, lo que aumenta el riesgo de contraer ciertas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS), además, indica que el tabaquismo pasivo es causa de graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas, la cardiopatía coronaria y el cáncer de pulmón en el adulto; el síndrome de muerte súbita en el lactante; y el bajo peso al nacer en el feto.
Hacer de la casa un espacio libre de cigarrillo es fundamental para la buena salud de la familia, en especial de los niños, así lo recomienda la ATS, al poner la alerta otro factor de riesgo: el humo que proviene del extremo quemado contiene más toxinas que el inhalado por el fumador. Por eso, informar y sensibilizar sobre los riesgos de esta práctica hace parte de la campaña a la que ambas instituciones invitan a sumarse.
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