Con prácticas saludables es posible oxigenar y evitar comprometer de la salud mental si se está muy expuesto a las comunicaciones.
El deber de informar o mantenerse informado, puede ser una labor ardua en tiempos donde las preocupaciones y los miedos están a flor de piel, por eso, el constante flujo de información puede representar una carga con consecuencias para la salud mental.
Pensando en eso, la farmacéutica Roche en asocio con la Fundación Gabo, formularon una serie de medidas preventivas para quienes se encuentran en constante contacto con fuentes informativas sobre temas de salud y mitigar el impacto que eso puede generar. De acuerdo con Yahira Guzmán Sabogal, especialista en Psiquiatría y directora del grupo de investigación de Psiquiatría en salud mental de la Universidad de La Sabana, “nunca se debe perder de vista lo prioritario en la vida: tener en mente la justa medida de hasta dónde llegar y cuándo parar y respirar”.
Según el periodista estadounidense Bruce Shapiro, autor del artículo Manejo del estrés y el trauma en proyectos de investigación, hay algunas de las señales de alarma que pueden indicar un desequilibrio emocional como cambios en la personalidad, irritabilidad o ira explosiva que se dispara sin razón aparente, el aislamiento inusual, o la sensación de que la vida ha perdido sentido.
Para corregirlo, la especialista Guzmán Sabogal realizó una lista de recomendaciones para proteger la salud mental:
– Tener reuniones virtuales efectivas, de máximo una hora.
– Mantener estilos de vida saludables en los que exista un equilibrio con otras facetas de la vida: como el deporte, lo lúdico, el manejo de la frustración, el respeto por los tiempos de alimentación y descanso.
– Tener la capacidad para notar defectos propios, lo que ayuda en la convivencia en el hogar y en la buena comunicación con los demás.
– Hablar con otros sobre lo que se vive en sus rutinas del día a día, la información que reciben y que puede ser traumática, y expresar los sentimientos que eso les pueda generar.
– Validar la normalidad de sentir cosas negativas. Dar un tiempo para entender que es normal tener un mal día y que no todo debe salir perfecto.
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