La glándula tiroides es un órgano vital para el sistema endócrino. Está situada en la parte frontal del cuello, debajo de donde se encuentran las clavículas y su forma es de mariposa.
Esta glándula es la que se encarga de desarrollar la creación de proteínas y alimentación denominado como metabolismo. Los factores de riesgo de cáncer de tiroides están asociados con algunas condiciones hereditarias, aunque la mayoría de los casos son desconocidos. Para el cuidado y la prevención hay que tener en cuenta síntomas como un bulto o masas en el cuello, dificultad para digerir alimentos, dolor en la garganta, cuello, oído o mandíbula, ronquera y cambios en la voz que persisten, ganglios linfáticos e inflamación en el cuello y tos constante sin ser causa de un resfriado.
Héctor Posso, asesor en oncología, despeja las dudas más comunes sobre esta enfermedad:
- ¿Cualquier tipo de bulto o nódulo en la tiroides es señal cancerígena?
Falso. La mayoría de las masas tiroideas son de naturaleza benigna. Sin embargo, la aparición de bultos en el cuello o la palpación de ganglios, son las señales más frecuentes de un riesgo cancerígeno, se estima que entre el 5 al 15 % de estos nódulos son considerados como tumores malignos. - ¿Es necesario realizarse chequeos tiroideos así no se sienta algún dolor?
Verdadero. El cáncer de la tiroides es uno de los más silenciosos y son comunes por sus manifestaciones que no son dolorosas para un paciente. El chequeo tiroideo debe realizarse con frecuencia incluso antes de que aparezcan los síntomas más recurrentes como bultos en el cuello, tos constante o falta de apetito. Ante estas manifestaciones, los especialistas son los que pueden interpretar adecuadamente estos hallazgos. - ¿El cáncer de tiroides se presenta más en mujeres que en hombres?
Verdadero. La mayor predominancia está en las mujeres entre los 40 a 60 años debido a la susceptibilidad para desarrollar esta glándula. Si se presenta durante el embarazo, por lo general se espera el proceso de gestación para realizar el tratamiento.
El profesional recomienda a las personas examinarse el cuello de forma periódica, para buscar y palpar cualquier crecimiento o protuberancia y estar alertas ante la aparición de signos o síntomas de alarma.
Le puede interesar: 5 medidas preventivas según el tipo de cáncer