Con un alto contenido de potasio, esta bebida natural es rica también en vitaminas y enzimas. Ideal para deportistas y en tiempo de verano.
Asesor Carlos Díaz
Médico especialista en terapéuticas alternativas y farmacología vegetal, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada
Hay secretos que quedan muy bien guardados como el agua de coco. Encerrado en un caparazón del fruto de la cocos nucífera o árbol de coco, en esta planta, naturalmente extendida en la tierra, se encuentra un agua con un alto valor nutricional e hidratante.
Si bien puede adquirirse ya envasada en hipermercados o centros naturistas, lo ideal, mientras sea posible, es consumirla de forma natural, ojalá a partir de cocos verdes (inmaduros o tiernos), porque es la que más valor nutricional da. Ver también Agua con limón: una forma de hidratarse y es antioxidante.
Esta bebida, de color transparente, a veces un poco opaca, se destaca por su riqueza en electrolitos —especialmente en potasio—, los cuales “mantienen el cuerpo hidratado aún en deportistas de alto rendimiento y puede usarse en un día muy caluroso para evitar la deshidratación y la insolación”, indica el médico Carlos Díaz, especialista en terapéuticas alternativas. Tiene, además, propiedades antioxidantes y cuenta con enzimas y vitaminas. Ver también Frutas para organismos más saludables.
Justamente son estos componentes los que han hecho del agua de coco materia de análisis y estudios científicos, encontrándose que cuenta con efectos cardioprotectores, ya que ayuda a bajar los niveles del denominado “colesterol malo” y de los triglicéridos. También refuerza el equilibrio hidroelectrolítico con lo que contribuye a eliminar el exceso de sodio y puede ser útil en el manejo de la hipertensión arterial. Es ideal para consumir antes o durante la práctica deportiva.
Más beneficios
En esta línea se sabe que es un diurético natural y tiene acción preventiva contra los cálculos renales. Además, refresca, nutre e hidrata la piel retardando el envejecimiento.
El agua de coco, entonces, es una excelente opción para “rehidratar el cuerpo en casos de deshidratación ocasionada por diarrea y/o vómito”, indica el especialista.
Precisa, además, que hay que tener precaución, ya que si esta agua se obtiene de cocos que estén en proceso de maduración, tendría más característica de leche y los niveles de sodio serían más altos, “lo que puede afectar a las personas con hipertensión o problemas renales. En pacientes con falla renal estaría contraindicado por los niveles altos de potasio”.
Para quienes viven en zonas donde el coco no es un fruto endémico, la alternativa es tomarla envasada. “Lo importante es revisar la tabla de información de calorías y aditivos que trae la bebida a fin de conocer el aporte calórico y nutricional”, remata Díaz.