La exposición a la luz natural puede ser igual de imprescindible para llevar un estilo de vida saludable, como lo es la nutrición o el ejercicio.
Cada vez es menor el tiempo que se pasa al aire libre. Conforme con una investigación realizada por la Universidad de Alicante, en total, una persona se encuentra al aire libre menos del 10% del tiempo que permanece despierta, lo que científicos de la universidad llaman «déficit de luz natural».
Las consecuencias de la falta de luz natural van desde menor capacidad para combatir un virus, hasta deficiencia de vitamina D y de óxido nítrico, que pueden favorecer respectivamente la aparición de enfermedades como Alzheimer, demencia y obesidad.
Igualmente, alejarse de la luz puede causar desorden afectivo estacional, un trastorno asociado a la depresión que se produce con el cambio de clima. Esto, a su vez, hace que se alteren los niveles de serotonina, un químico cerebral neurotransmisor que afecta el estado de ánimo.
La recomendación es pasar media hora al día bajo luz natural. Una forma de lograrlo puede ser practicando un deporte al aire libre; esto mejorará el estado de ánimo y además es una forma positiva de permanecer en espacios verdes, aire limpio y de disfrutar de los rayos de sol.
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