En octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, fecha que nos recuerda que cuidar de esta es vital para llevar una vida con verdadero bienestar.
La OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Y una importante consecuencia de esta definición es que se considera la salud mental como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales, como se asegura desde este organismo.
La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona se siente capaz de desarrollar sus capacidades, de enfrentar el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y relacionarse con los demás desde perspectivas más positivas.
Algunas recomendaciones para mantener una buena salud mental son:
- Ser conscientes de los cambios emocionales que se experimentan, identificar las causas que los generan y buscar ayudar profesional, si así se requiere.
- Aprender a manejar el estrés vale la pena para llevar una cotidianidad más tranquila, enriquecedora y saludable.
- Desarrollar actividades placenteras, hacer deporte, aprender nuevas habilidades y poner en práctica ejercicios de relajación.
- No aislarse. Expresar lo que ocurre y hablar de los sentimientos con alguien de confianza. Saber que se cuenta con redes de apoyo como la familia o los amigos.
Y, si es necesario acudir con un profesional en psicología, es importante tener en cuenta:
- Enterarse sobre las diferentes especialidades y buscar la que se considere más afín con la persona o con el trastorno que se presente.
- Que sea un profesional debidamente capacitado y verificar, por ejemplo, que tenga experiencia en el asunto que esté afectando al paciente.
- Que inspire confianza y profesionalismo. La empatía es importante para alcanzar la apertura que se requiere en estos procesos.
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