En salsa, aceite, fríjol, leche y hasta harina puede encontrar el sello de la soya, originario de China. Una oportunidad para consumirla, integrarla en su vida cotidiana y experimentar sus beneficios nutricionales.
La Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de la Salud establecieron que la proteína de soya contiene todos los aminoácidos esenciales y en cantidades suficientes para alcanzar los requerimientos de ingesta de proteínas acordes a las necesidades de cada ser humano.
“La soya hace parte de ese grupo de nutrientes fundamentales para la reparación de nuestras células, tejidos y órganos. Es recomendable incluirla en una dieta variada y saludable, además de ser una opción para aquellos que por salud e ideología consumen menos carne, pues puede sustituirla. Entre otros beneficios, le da al cuerpo vitaminas y minerales, y contribuye con la salud del corazón y las arterias”, explicó Guadalupe Esquivel, nutricionista, especialista en Metodología de la Ciencia.
Es así como poco a poco la gastronomía aclama esta leguminosa y en Estados Unidos, Brasil, Argentina, China, India, Paraguay, Canadá y Bolivia, países con la más alta producción de esta planta, se fortalecen movimientos agrícolas con la idea de difundir su papel como cultivo sostenible, saludable y con alto contenido proteínico. Es una oportunidad, entonces, para que la incluya en su alimentación y busque la manera más sencilla de integrarla en su vida.