Liberarse de cosas y sentimientos

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Llevar o guardar carga extra en cuerpo y mente causa trastornos emocionales que provocan dolencias y enfermedades.

Asesor Eduardo Pertuz – Médico alternativo, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada

Guardar cada bolsa que recibe en el supermercado o la tienda del barrio y acumularlas en un cajón de la cocina de la casa. Reservar, también, ropa que no usa hace tiempo, zapatos viejos, periódicos, por si algún día los necesita, sin percatase que en vez de reciclar está es almacenando objetos con elementos que poco o nada le servirán en un futuro inmediato.

Igual le ocurre con los problemas de los demás. No tiene muy claro por qué, pero en algún instante de su día se acuerda del desempleo de alguien cercano, y hasta ahí llega la tranquilidad. Problemas ajenos que son importantes, sin duda, pero que no son los propios.

Así le ocurre a diario, quizás, a decenas de personas: acumulan objetos y emociones inútiles e innecesarias, pero que les ocupan espacios físicos y mentales, sin percatarse de que estos pueden ser el origen de un dolor de espalda o la recurrente tensión en el cuello, explica el doctor Eduardo Pertuz, médico alternativo.

«La acumulación de cosas físicas e inútiles generan trastornos emocionales. Estamos acumulando cosas y emociones, problemas que no son nuestros, hasta los del gato. Eso se traduce en dolencias, malos funcionamientos digestivos y cansancio», afirma Pertuz. Los pacientes, agrega el profesional, pocas veces se dan cuenta de esta situación y les achacan sus dolencias a otras cosas. En otras palabras, no son conscientes de lo que les está pasando.

¿Cómo saber cuándo se es un acumulador?

Haga memoria y recuerde cuántas veces en el día repasó el inconveniente que tuvo antes de salir de casa en la mañana. Quizá algo insignificante, tal vez no. «Nos pasa a todos», expresa el médico, «pero no todos le damos vuelta a la página rápido», explica.

De igual manera, haga un recuento de los objetos que poca utilidad tienen en su vida diaria, pero que no descarta. Ropa, libros, calzado, cuadernos escolares y estudios médicos son de las cosas que se acumulan con más frecuencia. Por esto, cuando la incapacidad de desprenderse de los objetos es incontrolable, el hábito de acumular se vuelve patológico. La medicina alternativa, entonces, aparece como una opción para tratar este tipo de asuntos que no siempre encuentran respuestas en soluciones médicas.

Un comportamiento que dista de coleccionar, pues este se da cuando la persona elige preservar cosas a las que les da valor.

Confrontarse a sí mismo es la clave. En la mente de cada individuo y en cómo decida percibir y afrontar su situación están las soluciones a sus problemas. «Los seres humanos somos mente, cuerpo y espíritu, esto es clave en la sanación de un paciente, no es solo preocuparnos por la parte física», concluye el médico Pertuz.

La RAE define acumular como «juntar sin orden gran número de cosas». Es preciso cuestionarse y actuar frente a si el hecho de almacenar cosas y emociones ocupa espacios físicos y mentales que luego enferman.

¿La felicidad es acumular?

Muchas personas, comenta Eduardo Pertuz, enfocan su felicidad en la acumulación de cosas materiales y de emociones efímeras. Sugiere que antes de comprar o realizar algo, la pregunta obligada sea ¿realmente lo necesito? Hacer reflexiones internas que cuestionen la acción y lleven a la persona a elegir lo que le haga bien a su vida. Se trata de interrogantes que solo puede responderse desde el fuero interno.

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