Llevar el atuendo inadecuado o ignorar las normas básicas de higiene en el gimnasio pueden provocarle molestias innecesarias a su piel, que de no tratarse a tiempo, corren el riesgo de convertirse en un problema dermatológico más complejo.
El primer paso para evitarlo es usar la ropa indicada, lo cual es tan importante como mantenerse hidratado durante la rutina. Estas son las recomendaciones de la entrenadora estadounidense Julie Dubois:
- Las camisetas o las sudaderas en tallas grandes producen fricción causando desde enrojecimiento hasta peladuras en la piel.
- No usar ropa interior muy pequeña, sobre todo en el caso femenino. Esto, en algunos casos, produce infecciones en el tracto urinario.
- Prendas deportivas e higiene adecuada. Estas absorben el sudor y no dejan que se este se evapore fácilmente, lo que puede causar irritación y malos olores que no desaparecen con la primera lavada; además, según un estudio publicado por la Sociedad Americana de Microbiología, este tipo de prendas propicia el crecimiento de bacterias. Se recomienda el uso de fibras sintéticas y telas especiales que mantienen la humedad lejos del cuerpo.
Otro tema que se omite con frecuencia son los gérmenes que propician la aparición de infecciones, sarpullidos y de hongos. Para evitarlos, el doctor Mehmet Oz recomienda en el portal Sharecare bañarse muy bien y secarse con una toalla limpia y sin humedad. Recuerde que cada gimnasio ofrece productos desinfectantes que deben emplearse antes y después de usar los equipos.
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