Esta sustancia es natural de las plantas y se acumula en las patas y órganos de las abejas, diferente de la miel o de la jalea real, que se extrae del panal.
El sitio web Medlineplus explica que es común que las personas lo incluyan en su dieta como estimulante del apetito y también esperando tener más energía, y mejorar dolencias gastrointestinales, el síndrome premenstrual, rinitis, enfermedades de la próstata, entre otras condiciones. Además, se ha difundido su uso en el tratamiento de la resaca y como diurético.
¿Realmente el polen es tan efectivo como se piensa? Hasta el momento, no hay suficientes evidencias clínicas que indiquen que sus enzimas contribuyan a algún tratamiento en específico. La Base de Datos de Medicamentos Naturales califica como “posiblemente ineficaz” esta sustancia para todas las afecciones anteriormente mencionadas. Por lo tanto, si bien no es nocivo consumirlo, no se trata de ningún súper alimento ni tiene implicaciones benéficas en la salud.
Es importante que quienes tengan alergia a este producto se abstengan de ingerirlo, pues en estos casos sí podrían tener una reacción severa, e incluso anafilaxia, que ocasiona asfixia y pone en riesgo la vida.
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