Aunque en muchos casos no son una emergencia médica, a veces pueden ser motivo de preocupación. Aprenda a identificar las señales.
Vasos sanguíneos hinchados y dilatados; eso es, en esencia, lo que causa el enrojecimiento de los ojos. Esta afección, que por lo general es menos preocupante que un dolor ocular u otro padecimiento que merme la visión, puede ser causada por múltiples factores como la resequedad de los ojos, demasiada exposición al sol, la entrada de polvo u otras partículas en el ojo, alergias, infecciones o lesiones.
De acuerdo con el portal MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., hay cuatro enfermedades principales que se caracterizan por el enrojecimiento en los ojos:
- Blefaritis: inflamación en el borde del párpado.
- Conjuntivitis: infección del tejido que cubre la superficie del ojo.
- Úlceras corneales: lesión en la córnea causada por una infección bacteriana seria.
- Uveítis: inflamación de la úvea (capa intermedia entre la retina y la parte blanca del ojo). Puede estar relacionada a una infección o una exposición a toxinas.
¿Cómo combatir los ojos rojos?
Según la Clínica Baviera, existen en el mercado gotas que se suelen usar sin prescripción médica para disminuir el enrojecimiento en los ojos. Sin embargo, por lo general esos productos son vasoconstrictores que pueden generar un alivio temporal pero no resuelven la causa.
“No se debe abusar de estos productos, es preferible usar un colirio que resuelvan el problema y que nos recete un oftalmólogo y, en todo caso, usar lágrimas artificiales para lubricar el ojo, si es que el problema se asocia a la sequedad ocular”, explican desde el centro especializado.
Para prevenir los ojos rojos, la Clínica recomienda evitar lugares con humo o contaminación, usar gafas de sol con protección UV en exteriores y descansar los ojos lo suficiente luego de estar delante de una pantalla por largos periodos de tiempo.
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