La indigestión es la segunda causa más frecuente de ausencia laboral. Síntomas como regurgitación o reflujo es la manifestación más común.
Llega diciembre y con este una temporada en la que los buñuelos, la natilla, las empanadas, los fritos y los licores, hacen parte del menú de los encuentros especiales con familiares y amigos. Sin embargo, caer en excesos podría traer problemas de indigestión, pesadez o llenura, producida la mayoría de veces por el exceso de comida.
El doctor Carlos Fernández Newball indica que la acidez o el reflujo es la sensación de ardor en el pecho, que se presenta cuando los fluidos gástricos ascienden, pudiendo llegar hasta la boca. Otros síntomas son dolor en el pecho, dolor de garganta e irritación por el contenido ácido de la laringe, tos y dificultad respiratoria.
Si la acidez es muy frecuente, agrega el especialista, puede provocar enfermedades a largo plazo, entre ellas el síndrome de Barret, que se da cuando la acidez acaba con las células que recubren las paredes del esófago y el organismo se ve obligado a remplazarlas por otras más resistentes al ácido. También puede causar cáncer de esófago. Los síntomas de una mala digestión son eructos frecuentes, zona abdominal hinchada, mareos, flatulencias, cansancio, vómitos e incluso diarrea o estreñimiento.
Algunos consejos para evitar la mala digestión:
- Incluir alimentos con fibra en la mesa de Navidad como frutas, verduras, nueces, leguminosas, como lentejas y garbanzos. Contribuyen a la regulación de los movimientos intestinales.
- Fijar los horarios para comer y evitar ingerir alimentos antes de acostarse.
- Comer despacio, masticar cada bocado y triturar en trozos pequeños promueve la segregación de enzimas para absorber todos los nutrientes.
- Evitar el tabaco, ya que este hábito agrava el problema de la acidez.
- Las comidas ricas en grasas o condimentos con salsas picantes favorecen la acidez.
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