Este mineral es fundamental para quienes realizan actividades físicas de manera regular. Ayuda a prevenir enfermedades, como la osteoporosis, ya que mejora la absorción del calcio.
Según el Centro de Información de Micronutrientes de la Universidad de Oregon, en Estados Unidos, el magnesio está involucrado en muchas de las vías fisiológicas del cuerpo, incluyendo la producción de energía, la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas. Su deficiencia está relacionada con dolores musculares, alteraciones nerviosas, vértigos, problemas articulares o migrañas.
Una ingesta diaria de este nutriente ayuda a prevenir problemas como rampas, contracturas, hormigueos, entumecimiento y temblores. Asímismo, regula los ritmos anormales del corazón y combate la hipertensión arterial.
Por estos motivos es importante asegurarlo dentro de la alimentación, consumiendo los alimentos que lo contienen. Algunos de ellos son:
- Cacao (chocolate negro): 420 mg.
- Germen de trigo: 325 mg.
- Almendras: 254 mg.
- Soja: 242 mg.
- Levadura de cerveza: 230 mg.
- Perejil: 200 mg.
- Nueces: 185 mg.
- Maní tostado: 180 mg.
Se encuentra también, en menos proporción, en alimentos, como las lentejas, las verduras de hoja verde oscura y en las frutas, como banano, aguacate y durazno.
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