Uno de cada tres adultos sufre de hipertensión, una condición que aunque es ignorada por muchos puede representar un serio peligro para la vida de quienes la padecen.
Esta enfermedad, que afecta por igual a hombres y mujeres, es el principal factor de riesgo de muerte en el mundo al aumentar significativamente las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio, accidentes cerebrovascular e insuficiencia renal. Sin embargo, se trata de una afección que normalmente puede prevenirse o contrarrestarse llevando unos buenos hábitos de vida en los que quizá el elemento clave es el consumo moderado de sal.
Aunque el organismo necesita de sodio para controlar y regular la cantidad de agua en el cuerpo, además de permitir la flexibilidad de las articulaciones, el consumo excesivo de este puede ser dañino para el cuerpo humano. El consumo diario en los adultos recomendado por la Organización Panamericana de la Salud no debe ser mayor a los 5 gramos, lo que equivale a una cucharadita de sal (Ver artículo Consuma sal con cuidado).
Los expertos recomiendan a la par de la reducción de sodio, aumentar el consumo de potasio, pues un equilibrio de estos dos elementos le permitirán al organismo mantenerse estable y prevenir complicaciones en el sistema cardiovascular.
Con acompañamiento médico, tratamiento farmacológico -en el caso que sea necesario- y, principalmente, reduciendo el consumo de sal junto a un estilo de vida saludable es posible tratar de manera certera esta enfermedad.
Consejos para reducir el riesgo de hipertensión:
- Modere el consumo de sal. Una buena táctica es almacenar los saleros lejos de la mesa del comedor.
- Mantenga una dieta equilibrada que incluya los principales grupos alimenticios.
- Evite el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
- Practique ejercicio con regularidad.
- Procure mantener un peso saludable.