Si volvió a la presencialidad, cambió de escritorio, y ¡otra vez! regresó la rigidez y los dolores en el cuello, es probable que necesite ajustar sus posiciones y calmar la inflamación para adaptarse a la rutina sin causar estragos en su organismo.
A medida que envejecemos los discos de la columna y el cuello, que son los soportes del esqueleto, van perdiendo capacidad para hacer su tarea y al inflamarse pueden ocasionar pinzamientos y dolores. Para contrarrestarlo, actúe de forma rápida y trabaje en su postura.
En seguida, tres claves para considerar:
- Atención a lo que siente: si es de las personas que está en constante actividad, es importante que pare un poco, se indica en el sitio WebMD. Darle una pausa colocando un rollito de toalla bajo su cuello le dará alivio. La inmovilidad le permitirá recuperar su musculatura afectada. Recupere su nivel de actividad de forma gradual.
- ¿Frío o Calor? generalmente la recomendación es ambos. En las primeras 24 a 48 horas lo mejor es aplicar hielo; o también puede escoger calor húmedo; en sesiones no mayores de 20 minutos para evitar que se afecte la piel.
- Medicación sí pero no cualquiera: si hay fatiga, dolor muscular, hormigueo y punzadas en brazos y cuello, entre otras partes del cuerpo, puede acudir a antiinflamatorios no esteroides y terapia física para combinar una rutina de estiramiento pero luego de que pase la fase aguda de dolor.
Dele paso a una rutina de ejercicios:
Nadar, montar en bicicleta y caminar puede ayudar a fortalecer los músculos del centro del cuerpo, claves para garantizar la buena actividad de la espalda.
La postura correcta es clave al sentarse a trabajar y caminar. Si quiere saber más puede conocer más en esta serie de videos: https://abc9106.sg-host.com/guia-para-una-postura-correcta