Un adecuado plan de salud laboral no solo se reduce a las pausas activas. Su alcance abarca la salud física y mental de todos los trabajadores.
El empleado promedio en Colombia pasa aproximadamente 8 horas diarias en el sitio donde labora, en ocasiones realizando actividades repetitivas durante todo el día o en una misma posición por varias horas. Todo esto contribuye a un desgaste progresivo de la salud, que puede ser atenuado siguiendo los consejos de los departamentos de salud ocupacional en cada empresa o las recomendaciones de las ARL.
Para John Jairo Ramírez, médico con experiencia en el campo, el fin último de esta disciplina es la prevención. “Se trata de mitigar. No buscamos tener un ambiente sin riesgos laborales, eso sería utópico, sino de identificarlos y realizar todas las medidas necesarias para evitar que afecten al trabajador”, asegura.
En el desempeño de su labor, un empleado puede sufrir dos tipos de afecciones: un accidente, que es un evento fortuito e impredecible, y una enfermedad laboral, que se presenta cuando una persona se expone a un factor de riesgo durante mucho tiempo. Estas pueden ser tan diversas en su naturaleza como la causa que las produce. Pueden tratarse de dolencias físicas como el síndrome del túnel del carpo y dolores musculares, hasta enfermedades mentales como estrés o depresión.
Para prevenir estos trastornos, los médicos inicialmente intervienen el medio en el cual se desarrollan las actividades. De ser necesario también pueden intervenir directamente en la persona, por medio de equipos protectores o condiciones especiales. Sin embargo, lo más importante en el cuidado de la salud en el trabajo es el autocuidado y el chequeo médico regular para poder actuar a tiempo.
Herramientas más comunes: las acciones más comunes implementadas en el área de trabajo son las pausas activas que, además de romper con la monotonía de la rutina diaria, son beneficiosos para el cuerpo por los estiramientos y cambios de posición.