La relación entre el sistema inmunológico y la actividad física es directa. Conozca más sobre los beneficios del ejercicio.
Mantenerlo libre de infecciones y enfermedades es la tarea que el sistema inmunológico cumple en el cuerpo. Para lograrlo, dispone de una red altamente compleja de células y moléculas que puede ser más o menos fuerte de acuerdo a los estilos de vida de cada persona, su alimentación y los niveles de cortisol que haya en su cuerpo, que se alteran a causa del estrés.
Según estudios del Colegio Americano de Medicina Deportiva, las personas que desarrollan mejores aptitudes cardiorrespiratorias al ejercitarse regularmente mejoran la respuesta a la vacunación y muestran indicadores inmunológicos más positivos frente a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, las limitaciones cognitivas y la obesidad.
Desde la Unidad de Medicina del Deporte en el Hospital Victoria Eugenia de la Cruz Roja, exponen algunos de los principales beneficios del deporte y la actividad física para el sistema inmunológico:
- La actividad física ayuda a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, reduciendo las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otra enfermedad respiratoria.
- El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los leucocitos, que son células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades mediante los anticuerpos, unas proteínas que neutralizan las bacterias y agentes externos. Estos anticuerpos y leucocitos circulan más rápidamente con la práctica habitual del ejercicio, detectando y combatiendo enfermedades más rápida y efectivamente.
- La elevación breve de la temperatura corporal durante el ejercicio impide el crecimiento bacteriano. Además puede ayudar al cuerpo a combatir mejor una infección, similar a lo que sucede cuando uno tiene fiebre.
- El ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés como el cortisol que debilitan el sistema inmunológico, protegiendo menos contra enfermedades.
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