La psoriasis es una enfermedad que afecta al 2% de la población en el mundo, sobre la que todavía hay mucho desconocimiento. Comprenderla es fundamental para no aislar a quienes la padecen.
¿Qué es?
Es una afectación dermatológica inflamatoria, crónica (que se tiene durante toda la vida), no contagiosa y que se origina en el sistema autoinmune.
¿Cómo se ve?
La psoriasis se manifiesta de diferentes formas, pero la más frecuente es a través de unas placas rosadas con escamas blanquecinas parecidas a ronchas que aparecen en el cuero cabelludo, la espalda, las extremidades, los glúteos o los genitales. No son permanentes, hay períodos de mejora y otros en los que empeora la situación.
¿A quiénes afecta?
Se presenta en hombres y mujeres por igual. La enfermedad puede darse por primera vez a cualquier edad, aunque frecuentemente aparece entre los 20 y los 30 años o entre los 50 y los 60.
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¿Qué la causa?
No hay una causa definida, los dermatólogos estiman que su aparición está ligada a componentes genéticos, más que a situaciones externas. No obstante, en las personas que la padecen sí influyen algunos factores del ambiente en los episodios críticos, por ejemplo cuando hay infecciones, ciertos medicamentos, estrés, entre otros.
¿Tiene cura?
No hay una cura definitiva, pero sí existen numerosos tratamientos que alivian las molestias causadas por las lesiones. Normalmente se utilizan medicamentos tópicos, que se aplican sobre la piel, también pueden usarse medicinas orales o fototerapia con luz ultravioleta o exposición solar.
¿Cómo diagnosticarla?
Es una enfermedad difícil de diagnosticar, por lo tanto siempre debe hacerlo un dermatólogo. De igual forma el tratamiento debe ser administrado y supervisado por un médico. Nunca es recomendable automedicarse.