Hasta el 70% de las madres luego del nacimiento de su bebé viven lo que se ha denominado Baby Blues, según la Asociación Americana del Embarazo.
Se trata de una tristeza, sensación de angustia y confusión completamente normal, que responde a los cambios hormonales que vive la mujer durante esos últimos meses de la gestación y el parto, así como a los cambios en la vida cotidiana que implica la llegada de un hijo, como lo son la falta de sueño, las nuevas responsabilidades, los miedos antes acciones y eventos desconocidas, una enfermedad o accidente, entre otras condiciones comunes.
Cuando se presentan estas emociones es normal que vengan acompañadas de irritabilidad, impaciencia, ansiedad, fatiga y un alto nivel de sensibilidad sin embargo con los días estos síntomas deben ir desapareciendo.
(Lea también: La depresión también toca a las mujeres en embarazo)
Si después de catorce días estos permanecen o, por el contrario, se hacen más fuertes, es posible que se trate de una depresión post parto por lo que se recomienda consultar con un especialista.