Más allá de los beneficios emocionales y físicos que puede tener un viaje en la vida de una persona, se ha comprobado cómo realmente esta acción estimula la mente.
El hecho de encontrarse en un lugar desconocido y enfrentarse a cambios culturales, espaciales, lingüísticos y sensitivos, reta al cerebro a salir del modo automático en el que normalmente vive, a activar las alarmas y buscar soluciones para adaptarse al nuevo medio.
En el siguiente video descubre qué es lo que pasa en el cerebro cuando viajamos y cómo esto beneficia nuestra mente.