A principio de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un alimento que les aporta a los bebés los nutrientes necesarios y fortalece el vínculo de amor entre madre e hijo.
La leche materna es el mejor y único alimento que una madre puede ofrecer a su hijo tan pronto nace. Su consumo ayuda al desarrollo cerebral, digestivo, inmunológico y, por supuesto, afectivo del bebé. Promover este acto de amor es el objetivo de la Semana Mundial de la Lactancia que se conmemora en 170 países con el fin de contribuir al desarrollo integral de los niños. La Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Salud y la Unicef recomiendan lactar de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida. A continuación otros consejos a tener en cuenta.
- Todas las mamás producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente, porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y de la demanda. La madre debe tener una buena técnica a la hora de poner el bebé al pecho: la boca debe estar bien abierta y pegada a la aureola. A mayor succión, mayor producción de leche.
- Una dieta saludable y balanceada que integre verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una madre necesita para nutrirse adecuadamente y producir leche. El calcio puede obtenerse de una variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos como las verduras verdes, semillas, frutos secos y pescados como la sardina y el salmón.
- No hay alimentos que aumenten o disminuyan la producción de leche. Aunque si la mamá siente que algún alimento le cae mal y percibe que a su bebé también, lo ideal es que suspenda su consumo durante un tiempo. Es importante saber que la cebolla, los espárragos o algunas comidas muy condimentadas cambian el sabor de la leche.
- Problemas como dolor en los pezones o miedo a no tener leche suficiente son normales durante la lactancia. Es útil en esta etapa que las mamás sientan el apoyo de un equipo de especialistas de la salud, que la inicien en esta nueva etapa, y que compartan con sus familiares lo que sienten para afrontar de mejor manera este proceso.
- Después de los primeros seis meses de vida, se recomienda complementar la alimentación con diferentes grupos alimenticios: verduras, frutos, tubérculos, carnes, entre otros. En la primera etapa se proveen alimentos licuados, luego triturados y finalmente sólidos. Esto ayuda a que se dé el proceso de masticación.
Un banco de leche en casa
La idea es que la mamá tenga su banco de leche, sobre todo, al momento de que cumpla con su Licencia de Maternidad y deba retornar a su lugar de trabajo. ¿Cómo se logra?:
- Obtenga la leche materna mediante extracción manual o con sacaleches.
- Almacénela en recipientes de vidrio o bolsas especiales para esto. Es importante cerrarlas bien.
- Apunte en el envase la fecha y hora de extracción. Guarde en el congelador y procure porque su lugar de ubicación garantice la cadena de frío para que no pierda sus propiedades.
- La leche materna puede durar refrigerada hasta máximo tres meses.
56 de cada 100 niños inician la lactancia materna en la primera hora de nacidos, según el Ministerio de Salud.
¿Cuál es la mejor posición para lactar?
Lo más importante es que mamá y bebé estén cómodos. Existen varias posiciones que la madre puede elegir, entre ellas: sentada, acostada o fútbol americano, esta última útil en gemelos. Así, él o los bebés están a cada lado, de tal manera que la madre sostiene las cabezas con sus manos frente a sus pechos, el cuerpo del bebé y los pies están hacia atrás. Ayuda mucho utilizar almohadas para apoyar los cuerpos de los bebés.
¿Es igual alimentar con leche materna o comercial?
No. La leche materna es específica para la especie humana, contiene los nutrientes y sustancias precisas que garantizan el crecimiento y desarrollo de los niños, protegiéndolos de infecciones, otitis, desnutrición, diabetes juvenil, sobrepeso y obesidad en la edad adulta. La leche de vaca es para el ternero y contiene nutrientes, que el organismo del bebé no está preparado para recibir.
¿Deben existir horarios para amamantar?
En los primeros seis meses debe ser a libre demanda, porque el bebé tiene hambre o la madre siente sus senos llenos, o porque ambos desean el contacto físico y amoroso. Los patrones de alimentación, sueño y despertares del bebé obedecen a las necesidades básicas de cualquier mamífero. Cada bebé es único y diferente, con el tiempo se adapta a los patrones de su nuevo ambiente.