Interesarse en actividades artísticas, sociales y manualidades podrían mantener la agudeza mental por más tiempo.
Una investigación realizada por la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, encontró que los adultos mayores que participaron en actividades sociales o artísticas, o que usaron computadores a edades más avanzadas, tuvieron alrededor de la mitad de probabilidades de experimentar demencia leve en los cuatro años siguientes. Participar en actividades cognitivamente estimulantes tiene efectos benéficos a largo plazo en la función del pensamiento.
El estudio no pudo mostrar que estas actividades previnieran los deterioros del pensamiento, pero halló que el riesgo era menor entre quienes participaban en ellas. Los resultados se publicaron en la edición en línea de la revista Neurology.
Los investigadores dieron seguimiento a 256 adultos de 85 años en adelante por cuatro años. Casi la mitad desarrolló demencia leve durante ese tiempo. Más allá de las diferencias a causa del sexo y la educación, quienes participaron en intereses artísticos a lo largo de su mediana edad y edad avanzada tuvieron 73% menos probabilidades de experimentar demencia leve. Es posible que los adultos con más agudeza mental hayan sido más propensos a buscar estas actividades en un principio, pero los resultados sugieren que la participación aporta a la salud del cerebro.
Investigaciones en el pasado han definido que otros factores que pueden proteger del deterioro mental incluían el ejercicio, una alimentación saludable y participar en actividades de grupo como un club de lectura y grupos de discusión organizados. Se encontró que si se estaba involucrado en estas actividades en la mediana edad, sin importar lo que hiciera más adelante, —o tanto en la mediana edad como en la edad avanzada—, su riesgo de deterioro del pensamiento cognitivo disminuía.
Los investigadores hallaron también factores de riesgo ligados a un mayor deterioro mental. Quienes desarrollaran hipertensión arterial en la mediana edad tenían más del doble de probabilidades de presentar problemas del pensamiento, según halló el estudio.
La hipertensión y las enfermedades vasculares pueden tener un efecto en los pequeños vasos sanguíneos que irrigan el tejido cerebral, reduciendo gradualmente el transporte de oxígeno y combustible a esas neuronas, lo que eventualmente lleva a la muerte de porciones cada vez más grandes del cerebro. Los participantes de este estudio que hicieron ejercicio de tres a cuatro veces por semana tuvieron un menor riesgo de deterioro del pensamiento cognitivo, sin que fuera significativo estadísticamente.
Los investigadores señalaron que el estudio resalta importantes estrategias para poder mejorar la salud y la función neurológica a lo largo de la vida. La población que actualmente está en la tercera edad ya se encuentra en riesgo de deterioro mental y en condición de necesitar ayuda para no reducir su calidad de vida.