El estudio significó un avance importante en la búsqueda de la cura al cáncer colorrectal. Sin embargo, aún se requieren nuevas pruebas para confirmar su efectividad.
Una investigación en inmunoterapia del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering de Nueva York obtuvo hallazgos esperanzadores. El ensayo clínico, que buscaba estudiar los efectos de un medicamento experimental en 18 personas con cáncer de recto, demostró actuar de forma eficiente contra las células cancerígenas.
Después del cáncer de piel, el colorrectal es uno de los más comunes en el mundo. Según cifras de la American Cancer Society, uno de cada 23 hombres contrae algún tipo de cáncer colorrectal. En mujeres, el riesgo es de uno en 25. Por otro lado, las cifras de mortalidad por este tipo de cáncer han venido disminuyendo desde hace varias décadas, gracias a que cada vez se descubre en etapas más tempranas.
El tratamiento bajo estudio constó de una dosis de Dostarlimab cada tres semanas durante seis meses, con el objetivo de ver su reacción ante las células cancerígenas, y posteriormente complementarlo con otros tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia. Sin embargo, los resultados revelaron una efectividad mucho mayor con el uso del fármaco. Los pacientes fueron sometidos a exámenes físicos, endoscopias y resonancias magnéticas, cuyos resultados demostraron la desaparición completa de los tumores en la zona rectal del intestino.
Para esta investigación, cada dosis suministrada a los pacientes tuvo un costo aproximado de 11.000 dólares.
De ser aprobado, el tratamiento significaría una alternativa para combatir el cáncer, siendo mucho menos invasivo y con menores efectos secundarios en el cuerpo humano.
El mecanismo de acción puesto a prueba en este centro de investigación, radica en inhibir las células inmunes a los desajustes en el ADN que causan el cáncer, también llamadas “puntos de control”. Este tipo de fármacos suelen generar reacciones secundarias en uno de cada cinco pacientes como fatigas, náuseas, diarrea, debilidad muscular y estreñimiento. No obstante, en el estudio realizado en la ciudad de Nueva York no se presentó ningún tipo de complicaciones clínicas en los pacientes.
El hallazgo, a pesar de ser un suceso inédito en el campo de la oncología, aún requiere de corroboración con una población más amplia y con nuevos tipos de esta enfermedad, para poder considerar al tratamiento como una cura fiable para el cáncer de recto.