Las personas neurodiversas pueden llevar una vida autónoma y funcional. Las empresas de tecnología son sus principales aliadas. Conoce más sobre la neurodivergencia.
Prestar atención detallada, concentrarse en profundidad y recordar imágenes con alta precisión pueden ser súper habilidades en un mundo en el que los estímulos abundan y el pensamiento oscila vertiginosamente entre ellos. Hay quienes pueden desarrollarlas con mayor facilidad y, como nunca antes, el mercado laboral se encuentra en su búsqueda. Se trata de las personas con neurodiversidad.
Es la nueva mirada que plantea la neurodivergencia, corriente de estudios psicológicos y neurológicos que propone que diversos síndromes como el espectro autista, la dislexia, la dispraxia o el déficit de atención e hiperactividad son estilos de procesamiento cognitivo diferentes y no enfermedades, variedades del cerebro humano que no necesariamente se traducen en discapacidades.
“Cuando hablamos de ellos, solemos detenernos en lo que no pueden hacer. Pero, en realidad, tienen cualidades muy interesantes. La meticulosidad, la concentración, la memoria visual, la preferencia por la rutina, la creatividad y la identificación de patrones son capacidades que pueden desarrollar de manera superior”, asegura Xoan Fernández, consultor en Desarrollo de Alianzas de Specialisterne, empresa social que conecta a diferentes organizaciones con el talento de personas con autismo.
Se trata de una neurología atípica de diferentes diagnósticos que abre un nuevo campo de acción e investigación para, en últimas, incrementar la inserción de los pacientes en la sociedad desde una nueva perspectiva, mejorando su grado de autonomía. Desde diversas aristas, las diferencias pueden consolidarse como habilidades especiales, siempre y cuando se articulen esfuerzos en diferentes áreas.
Puertas abiertas en el área de tecnología
Acceder a un empleo es uno de los principales desafíos que enfrentan las personas neurodivergentes a lo largo de su vida. Aún si cuentan con los conocimientos técnicos requeridos, existen dificultades sociales que pueden enfrentar al buscar y mantener un cargo: ir a una entrevista laboral, mirar al entrevistador, sostener una conversación estándar que les permita pasar los filtros de contratación, adaptarse al lugar de trabajo o socializar de manera forzada.
Datos de la organización Autismo Europa, señalan que entre el 76 y el 90 % de las personas con autismo se encuentran en situación de desempleo. La estigmatización, la falta de oportunidades y de formación especializada contribuyen a incrementar esa cifra. Sin embargo, esto puede cambiar. Las nuevas tecnologías están abriendo puertas nunca antes imaginadas para la exploración de las capacidades que encierra la neurodivergencia.
Desarrollo de software, análisis de ciberseguridad, programación y análisis de big data son algunas de las áreas en las que las habilidades de las personas neurodivergentes suelen ser altamente valoradas, explica Fernández, y cada vez más empresas se suman al objetivo de construir canales que les permitan conectar con este talento.
“Ganan las personas y ganan las empresas. Equipos diversos fomentan la flexibilidad, la innovación y la retención. Hemos hecho estudios sobre cómo las personas perciben el autismo antes y después de tener un compañero con el diagnóstico. Al final, suelen identificarlos como empleados comprometidos y apasionados que cohesionan”, señala.
Por esto, desde hace nueve años, la compañía de servicios informáticos SAP adelanta el programa Autism at Work, una estrategia centrada en la contratación de personas que se identifican en el espectro del autismo, propiciando el desarrollo de sus talentos en un ambiente de libre expresión.
“Su diversidad de pensamiento, creatividad, compromiso e interés en los detalles genera nuevas ideas y soluciones únicas y novedosas para cada reto que se les presenta”, asegura Maryury Romero, country manager de la empresa, y explica que los equipos también se transforman. “Los grupos de colaboradores que cuentan con personas del espectro autista resaltan que esta diversidad trae nuevas formas de ver las cosas, animándolos a pensar creativamente”.
Un entorno apropiado para la neurodivergencia
Antes de procurar entornos laborales, es importante propiciar espacios de educación especializada donde personas neurodivergentes puedan recibir acompañamiento para desarrollar sus capacidades desde la infancia hasta la edad adulta. En este asunto está la clave para fomentar la autonomía a largo plazo.
En espacios de trabajo, la flexibilidad hace la diferencia: atrás deben quedar diseños y procesos convencionales, para dar prioridad a las necesidades de cada empleado. Generalmente, será más fácil propiciar periodos de adaptación en lugares previsibles, ordenados y monótonos, que generen sensaciones de seguridad.
Así mismo, la interacción social puede regularse para evitar escenarios de socialización forzada. La escucha y la apertura permitirán reconocer la esencia de las personas neurodiversas en sus términos y obtener de la diferencia el mayor provecho