Las vacaciones suelen modificar nuestros hábitos y el retorno a las actividades cotidianas puede ser negativo para nuestra salud. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar.
Bienestar emocional y psicológico son dos de los beneficios que las rutinas proporcionan a nuestras vidas. Levantarse temprano, hacer ejercicio, ir a estudiar o trabajar son hábitos que se crean y que interiorizamos en nuestro comportamiento.
Estos nos ayudan a mantener un orden en nuestro día y nos brindan seguridad en las cosas que hacemos. Pero, al momento de tomar unas vacaciones solemos dejarlos de lado y cuando regresamos a ellos puede ser muy difícil.
El estrés postvacacional es el término que se usa para agrupar a esos sentimientos de desasosiego, cansancio, tristeza y falta de energía que tenemos al intentar adaptarnos a nuestra vida diaria luego de unas vacaciones. Realizar las tareas laborales o académicas puede ser más complejo, por lo que te compartimos estos consejos para tener en cuenta en este regreso a la cotidianidad.
Controla tu alimentación
En las temporadas de descanso, nuestras comidas suelen ser más abundantes y los tiempos más flexibles. Además, solemos darnos algunas licencias con ingredientes no tan saludables. Si no le prestamos atención a esto nuestra rutina se adaptará a malos hábitos alimenticios. La recomendación es incorporar una alimentación saludable y beber mucha agua para limpiar nuestro cuerpo.
Sé flexible con tu tiempo
Adecuarse de manera estricta a una agenda puede resultar muy estresante en los primeros días. No te juzgues por no lograr tus propósitos a tiempo o por distraerte mucho mientras realizas una actividad. Esto es normal y debes buscar espacios que distraigan tu mente y te permitan estar más tranquilo. Adapta tu agenda a tus tiempos y prioriza tu salud mental.
Buscar otra actividad
La dificultad para concentrarse en lo que haces, también te puede animar a buscar otras opciones que te faciliten volver a tus labores. Estar de nuevo en la oficina o dedicarse por grandes cantidades de tiempo a una sola actividad puede representar una barrera. Recuerda hacer pausas activas o encuentra ejercicios para realizar después o durante tu jornada de trabajo.
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