Tus pies soportan tu peso y te ayudan a caminar, por eso su cuidado es imprescindible. Aquí te contamos algunas de las afecciones más comunes.
Si crees que mantener las uñas arregladas es el único cuidado que merecen tus pies, estás equivocado. Usar un buen calzado, mantener fortalecidos los músculos que los sostienen, hacer masajes periódicos y secarlos bien después del baño son solo algunas de las recomendaciones generales de los podólogos. Las personas con diabetes, por ejemplo, deben tener especial atención con esta zona, pues son más propensos a tener problemas que se agraven como consecuencia de la disminución de la circulación hasta esta área.
Las consecuencias de desestimar estas sugerencias son variadas, pero pueden generar algunos padecimientos que te vamos a explicar brevemente.
Podobromhidrosis
Este es el nombre médico que se le da al mal olor de los pies, el cual se genera por la forma en que las bacterias descomponen el sudor que producen las glándulas sudoríparas y que se incrementa cuando esta zona carece de ventilación, manteniendo la humedad dentro de un zapato cerrado durante varias horas. Esta condición también puede ser consecuencia de otras patologías o hábitos como el consumo de alcohol y cigarrillo.
Uñas encarnadas
Ocurre cuando una parte de la uña, generalmente la del dedo gordo del pie, crece hacia la parte blanda generando dolor al caminar, enrojecimiento e inflamación, al no tratarse a tiempo puede causar una infección y la supuración de materia. Si es una situación reiterativa se puede realizar una intervención quirúrgica para retirar la matriz de la uña evitando que crezca nuevamente hacia la misma zona.
Callos
Se forman como una estrategia de la piel para reforzar la protección de determinada zona, en especial cuando hay una fricción constante como, por ejemplo, un zapato ajustado. Generan engrosamiento, resequedad y endurecimiento cutáneo que puede volverse doloroso y provocar sangrado.
Juanete
Es un abultamiento óseo que surge en la articulación base de los dedos externos del pie, puede presentarse en el dedo gordo o en el pequeño, es doloroso y puede afectar la posición de los demás dedos. Su aparición puede responder a una cuestión morfológica, a algunos hábitos u otras patologías y su tratamiento puede ser farmacológico, con el uso de plantillas o con cirugía.
Fascitis plantar
Este padecimiento es una de las opciones a considerar si presentas dolor en el talón. Se inflama una parte del tejido de la planta del pie que conecta con los dedos, la cual es necesaria para caminar, por lo que se genera un dolor agudo cuando ha pasado un tiempo en quietud el cual va menguando a medida que se estimula la zona con el movimiento.
Pie de atleta
Es una infección ocasionada por un hongo y generalmente se presenta entre los dedos de los pies, causando piquiña, enrojecimiento y ampollas, además, la piel puede fisurarse generando dolor e incomodidad. Como es contagiosa hay que tener especial cuidado en zonas públicas como piscinas, saunas y baños compartidos.
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